El poder sanador del Camino de Santiago.

En el Camino de Santiago hay muchas historias y leyendas, una de ellas habla de A fraga Alta, se dice en el libro Codice Calixtino, que los peregrinos que hacían el camino, recogían piedras de Triacastela, que transportaban hasta aquí, en A Fraga Alta, donde hacían Parada, y convertían estas piedras, en cal, cal que llevaban hasta Santiago para la construcción de la Catedral.

Es posible que esta costumbre que nacería de forma espontánea y que los peregrinos recogieran en Triacastela pequeñas piedras calizas y que, en señal de sacrificio y amor al Apóstol, las llevasen hasta la distante Castañeda.

Hoy el Camino te conecta a la naturaleza y te libera.  Con sus mochilas llenas de pertenencias y cargas emocionales, comienzan su viaje. A medida que avanzan, el peso de sus preocupaciones se desvanece. El Camino actúa como un filtro, permitiéndoles caminar más ligeros y encontrar la libertad.

En su travesía, descubren un nuevo sentido de plenitud, liberándose de las pequeñas cosas y abrazando una vida más ligera y satisfactoria.